La forma del si’kuli hace referencia a los cinco puntos cardinales, a los cinco rumbos del universo (Norte, Sur, Este, Oeste y el centro, punto de partida del todo). Los colores que se usan en el rombo son básicamente el blanco, el azul en varios tonos, el amarillo, el rojo y el negro. Los colores se eligen y se ordenan de acuerdo con la petición específica que quiera hacerse.
El si’kuli está dedicado a Tate’ Naaliwa’mi si’kuli, la Madre Agua del Este, que tiene especial preocupación por los niños y que es la creadora de las calabazas y de todas las flores.
En su sentido ceremonial, el si’kuli es una ofrenda que se hace a los dioses para pedir por el buen crecimiento de los niños. Los padres son los encargados de elaborar el ojo de dios que sus hijos llevarán a la fiesta del tambor. En esta fiesta los niños y las niñas son presentados a los dioses y son iniciados en la vida ceremonial del pueblo wixarika. Para esto, los si’kuli son colocados sobre la cabeza de los menores, lo que permite a los dioses ver y observar a cada niño y niña de manera personal. El número de rombos de cada si’kuli representa la edad del niño o de la niña.
Los ojos de dios también se usan como ofrendas para pedir protección en otras áreas de la vida cotidiana y, en cada caso, pueden tener variantes en su tamaño, en el largo de las varas, en los colores que se eligen, en la manera en la que se distribuyen los colores y en los complementos que pueden añadirse al si’kuli para pedir favores especiales.
A continuación, les muestro un tutorial con gráficos que hice para que lo pudieran hacer de manera facil.